Éste artículo, donde se analizan apartados extraídos de la presentación de un estudio de la Sociedad Española de Epidemiología, pone patas arriba la interpretación conveniente extraida de la relación que se deduce entre la Ley Antitabaco y la evitación de 1.500 muertes.
En primer lugar, el autor parte del análisis de las conclusiones, donde extrae literalmente las frases del estudio con las que se verifica la no-directa relación entre las muertes y la ley, ya que el estudio en ningún momento menciona ninguna cifra que relacione ambas cosas.
En segundo lugar, el autor destapa los entresijos del estudio, concluyendo que los números que se deducen como reales, son en realidad supuestos resultados de un escenario hipotético previstos para 2010, siempre y cuando se cumplan determinados supuestos, nada referido a lo que realmente ha ocurrido. Por lo tanto, se trata de una mezcla de datos llevada a cabo de una manera intencionada, que en ningún momento se contrastan con el estudio.
Por último, y la parte más concluyente del análisis del estudio, acaba ratificando que incluso el mismo estudio concluye que "los resultados obtenidos no sugieren ningún impacto de la Ley 28/2005 sobre los indicadores de consumos de tabaco".
El autor por lo tanto, desmiente así la idea original mediante argumentos sólidos y objetivos que únicamente tienen como base la mera y rigurosa interpretación del estudio.
